La quinta, y última, semana de ‘Fundamentos sobre la igualdad entre mujeres y hombres’ plantea un reto interesante, ya que las personas que participan en la experiencia de aprendizaje deben dar respuesta a la pregunta: ¿qué puedo hacer yo para contribuir a la construcción de una sociedad más igualitaria?
En este caso, las opciones para dar respuesta a la pregunta eran múltiples, lo mismo que las aproximaciones y las respuestas ofrecidas y, aunque todavía faltan varios días para entregar el reto, desde el equipo de dinamización hemos considerado oportuno destacar algunas de ellas.
Hay quien ha realizado un proceso de introspección que se ha concretado en una reflexión libre en el diario de aprendizaje. Estas reflexiones, que nos proponen educar en feminismo, desechando frases demasiadas veces escuchadas o, sencillamente, conversando sobre el tema con nuestras hijas e hijos, también nos hablan de convertirnos en motores de cambio con nuestro ejemplo diario en nuestro trabajo, a través del uso del lenguaje inclusivo o siendo conscientes, en casos de atención directa al público, de quién es la persona a la que nos estamos dirigiendo y evitando fomentar posiciones de poder dentro de la pareja.
Hay propuestas transversales, como esta que plantea una triple perspectiva (no te calles, haz y deja de hacer) o esta que presenta un ‘Decálogo de la igualdad de género’ susceptible de ser aplicado tanto en la Administración como fuera de ella. Y también propuestas muy concretas, como la creación de ‘El ojeador’, una oficina virtual de denuncia contra la violencia sexista, o la que ya se está llevando a cabo en lo que se refiere a la presupuestación con perspectiva de género en Marruecos a través de la organización de la Primera Jornada de Presupuestos Participativos y Género en la ciudad de Berkane.
Otra posible aproximación a la pregunta planteada era a través del arte, dentro de la etiqueta genérica de ‘Arte por la igualdad’, y es en este apartado donde las respuestas han sido más creativas. Hemos encontrado pinturas (Las radios, Unas gafas que todos necesitamos); collages ( 1y 2); poemas (Igualdad, Libre, Un largo camino, Retrato de un auxilio, Mujer libre, o estos haikus inspirados por el vandalismo sufrido por el muro feminista de Getafe); relatos que nos hablan de poner granitos de arena o de gotas de agua en el océano, del mundo soñado por Candela, de todas las Itas y Marías, de lo que se espera de ellas o del síndrome de superwoman y los superpoderes que se les presuponen a muchas mujeres; e, incluso, sopas de letras (sobre los contenidos trabajados durante la experiencia de aprendizaje o sobre personas que han trabajado y trabajan en pos de la igualdad entre mujeres y hombres). Y también una interesante reflexión sobre la atribución errónea en el mundo del arte porque, en muchas ocasiones, anónimo era mujer. Una tercera opción pasaba por realizar recomendaciones, de libros, documentales, series, cortos o películas relacionadas con la experiencia de aprendizaje y es seguro que, si tienes tiempo, no te faltarán ideas interesantes para las próximas semanas.
Y, aunque no son exactamente recomendaciones de libros, no podemos dejar de destacar este post en el que nos hablan de ‘La Clandestina’, una librería-cafetería muy especial que podemos visitar en Cádiz, y de algunos de los libros que allí puedes encontrar; y este otro ‘Análisis Biblioteca casera’ en el que la autora realiza una interesante reflexión sobre las portadas de algunos de los libros que se encuentran en las estanterías de su casa. También ha habido recomendaciones de cortos (Purl y Roles, dirigido por Álvaro Cuevas), de series: Working moms, Nevenka, Alias Grace, Pose, You, Unorthodox o Las chicas del cable; y muchas, muchas, películas, como las que se comentan en este post sobre cine feminista, en este otro que comenta películas relacionadas con algunos de los temas tratados en la experiencia de aprendizaje, o en posts específicos sobre largometrajes como La boda de rosa, Sufragistas, The Glorias, Una cuestión de género, La fuente de las mujeres, Solo mía, Te doy mis ojos o El abuelo (a través de una mirada violeta). Y, para despedir este amplio resumen, qué mejor que este post que nos plantea dar un paso adelante y lanzarse a la tarea asumiendo el nuevo Departamento de Igualdad de un centro penitenciario.